JULIO LLAMAZARES
Julio Llamazares nació en Vegamián (León) en 1955. Tras la
destrucción de su pueblo para la construcción de un embalse, se muda con su
familia a Olleros de Sabero, también en León. La infancia en ambos pueblos
marcará parte de su obra.
Se licenció en Derecho y ejerció de abogado, pero al año abandonó
la profesión y se mudó a Madrid para dedicarse al periodismo, ya que siempre
quiso escribir.
En 1979 se dio a conocer como poeta con La lentitud de los bueyes.
Dos años después, en 1981, publicó un ensayo titulado El entierro de Genarín.
Con la biografía Memoria
en la nieve (1982) consiguió el Premio Jorge Guillén. Desde
entonces, ha cultivado casi todos los géneros literarios: poesía, literatura de
viajes, crónica de prensa, novela, relato corto y guión cinematográfico.
Sus dos primeras novelas, Luna
de lobos (1985) y La
lluvia amarilla (1988) fueron finalistas del Premio Nacional
de Literatura.
También ha destacado en la literatura de viajes, con las
obras El río del
olvido (1990), Trás-os-montes (1998), Cuaderno del Duero (1999)
y Las rosas de Piedra (2006).
Para Llamazares, la literatura de viajes es la literatura en estado puro. “Este
género forma parte de la condición humana, es la necesidad de contar lo que tú
has visto”.
Es un excelente narrador, cualidad que se aprecia particularmente
en sus artículos periodísticos, que han sido recogidos en varios libros
como En Babia (1991), Nadie escucha (1995)
y Entre perro y lobo (2008).
Además, Llamazares mantiene una estrecha vinculación con el cine.
Ha escrito varios guiones cinematográficos: Retrato de un bañista (1984), dirigida
por José Mª Martín Sarmiento, su novela Luna
de lobos (1987), llevada a la gran pantalla por Julio Sánchez
Valdés, El techo del
mundo (1995), dirigida por Felipe Vega, y Flores de otro mundo (1999),
de Iciar Bollain.
Su obra es intimista, con un estilo que goza de una gran calidad
poética que ha sabido madurar con el tiempo.